Principales diferencias entre una barrica 
de roble francés y americano

Como primera medida le brindaremos una pequeña introducción sobre la madera de roble, antes de entrar en las diferencias que se encuentran entre la barrica de roble francés y la barrica de roble americano. La madera del roble desempeña importantes funciones en la crianza del vino. En primer lugar aporta sabores y aromas que enriquecen  muchísimo a los vinos, tales como vainilla, tostado, caramelo o café, imposibles de obtener sin el contacto de la madera. Por el otro lado ayuda a la evolución del vino, controlando la micro-oxigenación gracias al oxígeno que se filtra a través de los poros de la madera y que entra en contacto con el vino. A continuación le daremos importantes datos  para tener en cuenta sobre las distintas barricas.

 

Barrica de roble francés

 

El roble francés es sinónimo de elegancia en los vinos, por lo que generalmente es empleado para la crianza de los mejores vinos de cada bodega. Este tipo de roble francés es mucho más blando en ciertas partes que el roble americano. Los poros del roble francés  son mucho más finos que los del roble americano, transmitiendo sus excelentes cualidades de una manera más pausada y equilibrada. Los aromas y las características que el roble francés transmite al vino son la vainilla, miel y especies, entre otras. El precio de una barrica de roble francés puede triplicar generalmente el de una barrica de roble americano, situándose en torno de los 900 euros.

 

Barrica de roble americano

 

La madera de roble americano, es la más dura de las empleadas para la elaboración de las barricas, lo que la convierte en prácticamente impermeable. Además, las barricas de roble americano son más económicas, con un precio que se sitúa en torno a los 300 euros aproximadamente. Los poros de la madera de roble americano tienen un tamaño considerablemente mayor a los del roble francés. Por este motivo, las propiedades de la madera son transmitidas al vino con mucha más rapidez y brusquedad. El roble americano aporta menos taninos al vino, pero una mayor variedad de aromas y con mayor rapidez que el roble francés.